Me preparé toda una vida para intentar cumplir mi sueño. Con plena conciencia que esto no era un juego, un salto al vacío o una aventura personal y que sería una tarea muy difícil. Con la responsabilidad de tener a cientos de familias que confiaban en mi.
Me formé durante décadas en el mundo empresarial. Cuando me sentí preparado, me postulé como candidato. Eso significaba ponerme a la altura de lo que exige ser presidente del Club que uno ama. Nunca dudé del camino que debíamos seguir, y siempre con firmeza y convencimiento.
Tomé las decisiones que creí que eran las mejores para Huracán. Como primera medida, no dudé un segundo en prestar varios millones de dólares para saldar una deuda incomprensible e inaudita con Futbolistas Argentinos Agremiados.
Sin ese esfuerzo inicial, y otros muchos que vinieron después, el fútbol de @CAHuracan ni siquiera hubiera empezado a competir en aquel 2011. Año fatídico sin dudas: recién descendido, descapitalizado, y en medio de una crisis política e institucional.
De aquellas a las que el Club nos tenía acostumbrados y que por suerte, al menos hasta ahora, no se volvió a repetir. Hoy, años después, nos encontramos nuevamente ante una situación compleja. Mi obligación como oposición es exigirle a la actual CD que actúe con responsabilidad.
Huracán necesita previsibilidad, necesita conservar a todos sus jugadores para lo que viene, necesita que dejen de dilapidar sus recursos económicos y que se refuerce el equipo con la jerarquía prometida.
en el recordado 2011; haciendo un esfuerzo personal y económico descomunal para remontar la cuesta, pero sin llorar por la herencia recibida.
Alejandro Miguel Nadur.